septiembre 16, 2024

MORENA NO DEBE SER SEGUNDA BASE PRIISTA


Por: Carlos Alberto Evangelista

  • Debemos advertir de los peligros que implica aceptar con brazos abiertos a personas impresentables

En septiembre de 2023 mi compañero en el Congreso de Puebla, Iván Herrera, advirtió una clara intromisión al proceso de selección interna de Morena para elegir al precandidato a gobernador en el estado por parte de una persona muy cercana al priista Estefan Chidiac.

Recuerdo claramente que aquella ocasión respaldamos el total rechazo a esa incursión externa, debido a que se trataba de un proceso interno en el que nada tenía que ver otro partido político.

En ese momento establecimos un precedente de posibles pactos totalmente criticables, pues, como ya adelantaba en mi columna pasada, este es el gran reto que como partido-movimiento afrontamos este año 2024: las y los chapulines.
No obstante, veo con preocupación lo que podría ser la evolución de aquel llamamiento público. Para dimensionar lo que en estas líneas planteo, cito brevemente lo atestiguando en Coahuila, aunque sin novedad de fondo, el nivel de corrupción e intereses de estas mafias partidistas del PRI y el PAN (PRIAN), se han encargado de mantenerlos en el basurero histórico, lugar al que pertenecen, y nadie tiene derecho a sacarlos de ahí.

Reitero mi preocupación y hago un llamado a la unidad, pero a la unidad de convicciones y de respeto al movimiento de millones de mexicanas y mexicanos que luchamos durante muchos años por desterrar la corrupción y a todos los pésimos funcionarios que se encargaron durante tanto tiempo de cerrar acuerdos que beneficiaron a una pequeña cúpula a costa del dolor de la inminente mayoría.

No es posible que como representantes de la Cuarta Transformación permitamos que se cometa una de la más grande falta estatutaria, y la peor incongruencia política, el de la traición al Pueblo de México.

No podemos permitir un atropello a las y los poblanos que votamos por la alternancia de un proyecto que nos dignifica a todas y todos quienes padecimos de malos gobiernos.

La unidad no debe ser utilizada como excusa ni pretexto para añadir perfiles que en nada abonan al movimiento, y que además fueron promotores de años de injusticias y que, en gran medida, fue la columna vertebral de este movimiento: quitarlos de la representación popular, de los puestos de poder y de toma de decisiones.

Las poblanas y los poblanos respaldamos a nuestras coordinadoras y nuestros coordinadores, pero también, debemos advertir de los peligros que implica aceptar con brazos abiertos a personas impresentables, no sólo en Puebla, sino en todo el país.
No se debe olvidar en ningún momento que si somos el partido más fuerte, no es por las dirigencias locales, es porque en el obradorismo encontramos todas y todos la representación que merecemos, por lo que la fortaleza es la convicción a un mismo ideal, y reside en el pueblo, no en sus representantes.

Morena no debe ser segunda base priista. Para que el único pacto sea con el pueblo, por el bien de todos, no mentir, no robar, pero, sobre todo, no traicionar a México.

Las cosas echadas a perder no se ponen nunca con las que se encuentran en buen estado, porque inminentemente de hacer lo contrario, la podredumbre se encargará de pudrirlas a todas.
Memoria de Regeneración
En 2018, Andrés Manuel López Obrador anunció que Morena establecía una política de alianzas electorales desde el Congreso Nacional del partido. En aquel entonces dijo que eran bienvenidas mujeres y hombres sin distinción partidaria que tuvieran como fin el bien del país, pero los respaldara la rectitud, honestidad y valentía. Sí, en efecto era una carta abierta, pero con puntuales requisitos.

La alianza electoral no es sinónimo de oportunismo, y en ello también se ha sido muy claro, pues para ejemplo, durante un mitin durante 2014 en la colonia CTM 6, en Culhuacán, en la Ciudad de México, expresó contundentemente (refiriéndose en aquel entonces a la participación del PRD con Morena) que se tienen que hacer a un lado a quienes ayudan al régimen simulado y que forman parte de partidos paleros, quienes dicen ser opositores, pero no lo son, a todo aquel que colabora con este régimen corrupto, que ha llevado al pueblo a la desgracia.
Puntualmente señaló que Morena se reserva el derecho de admisión para Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones entre muchos otros que colaboraron activamente para articular la llamada Mafia del Poder.
A diez años de distancia, es público ya el modus operandi de estas bandas mafiosas disfrazadas de partidos políticos, que en sus filas integran a parte de la peor clase política, delincuentes de cuello blanco que esperan ansiosos cualquier descuido nuestro para escurrirse bajo las siglas de nuestra alianza, o bajo las propias.

La situación de Coahuila no es cuestión menor, y nos deja a la reflexión una verdad que nos golpea en la cara. Cuando a los priistas y panistas se les niegan sus negocios, buscan la manera de salvaguardarlos, cristal que explica la desbandada priista que sucede en Puebla.
Sostengo mis dichos sobre cómo le podremos explicar a la ciudadanía que confía en el movimiento que ahora aparezcan en la boleta electoral por la coalición de Morena y sus aliados perfiles como Ardelio Vargas o Estefan Chidiac.

Será acaso que también se le perdonaría a Genaro García Luna sus tropelías por conseguir votos, yo creo que no. No se trata de ganar por ganar, sino de conservar los ideales y principios con los que hicimos y construimos este movimiento, y no solo irse por la fácil, decir que es por competitividad y conocimiento, pues claro que ellos son mucho más conocidos, pero no por ser buenas personas.

Acaso si Estefan se hubiera postulado a la coordinación estatal se le hubiera permitido, o Carlos Salinas se le hubiera autorizado participar para la coordinación nacional porque es competitivo, yo creo que no.
Finalizo con la frase que siempre el candidato Andrés Manuel López Obrador terminaba sus discursos en el 2017: “la verdadera alianza es con el pueblo de México, lo demás es darle cobijo a la mafia del poder”.