diciembre 23, 2024

POR: Leonardo Torixa Cervantes

La “brecha de género” es una forma de representar la disparidad entre hombres y mujeres en cuanto a derechos, recursos u oportunidades.

Aunque en México, por años, todos los días las mujeres luchan para erradicar, o por lo menos evitar, este fenómeno que tanto las ha afectado, en algunos sectores, como en los medios de comunicación, les importa poco o nada y lo peor es que continúan afectando la trayectoria profesional de algunas colaboradoras que incluso sacrificaron su vida personal y familiar para transcender en un ambiente difícil, pero sobre todo machista desde su origen.

Muestra de ello, es lo que en horas recientes sucedió en Televisa, donde sacaron del aire a dos importantes presentadoras de noticias, Dennise Maerker, quien era la titular del espacio informativo nocturno y Paola Rojas, que hacía lo propio de lunes a viernes de 8:00 a 9:00 de la mañana.

Para Paola el golpe psicológico fue brutal, ya que cuando los números avalan tu trabajo y el ranking te respalda, estos movimientos resultan inexplicables, aparece la frustración y psicológicamente se sienten vulnerables.

Sin embargo, lo que sucedió en la televisora más importante de habla hispana, solo es una muestra de lo que todos los días pasa en el mundo laboral mexicano, donde el trabajo de las mujeres no es valorado igual que el de los hombres y ellas siempre enfrentan grandes desventajas, les pagan menos, incluso cuando hacen lo mismo, alimentando la denominada “brecha salarial”.

Además, en la mayoría de los países, las mujeres que trabajan tiempo completo ganan menos que los hombres; por ejemplo en América Latina y el Caribe obtienen el 84 por ciento de lo que gana un hombre y, según el Índice de Mejores Trabajos, tienen mayor probabilidad de tener un empleo informal.

Ante este panorama, lo que sucedió en ese importante medio de comunicación, solo es una muestra del poco valor que algunas empresas le tienen al trabajo de las mujeres, una práctica lamentable, pero sobre todo reprobable, en un momento donde los casos de discriminación laboral hacia ellas son más frecuentes y podrían derivar otros conflictos de personalidad, así como confianza.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el segundo trimestre de 2022, la población ocupada de hombres fue de 34.5 millones y 22.9 millones de mujeres, de las cuales aproximadamente 2.7 millones perdieron su empleo.